Lo importante de la excursión no es el precio sino que te den bien de comer, que el guía no sea un loco borracho (no es broma) y que el coche sea bueno y no una castaña. Te dicen de hacer un contrato que especifique lo que entra pero como en todas las agencias es mas o menos lo mismo al final os decantamos por la que mejor nos explica el recorrido, las comidas y alojamientos pero que no era la mas barata. Gastamos 6 euros mas…..ufff que pasada. Nos despedimos de las españolas con todo el dolor de nuestro corazón y nos metemos en el 4x4 con una australiana, un polaco y una pareja brasileña. La chica era fotógrafa. Y empieza la aventura.
El conductor-guía es autentico, genuino boliviano pequeñín y su español por decirlo de alguna manera era poco fluido. Nos montamos todas las mochilas en el coche y nos vamos a un cementerio de trenes. De camino al salar pasamos de vuelta por Uyuni a cambiar o repara una rueda…..jijiji….que risa tía Felisa.
Con todo arreglado nos dirigimos a que nos cuenten en un pueblo como se extrae la sal del salar y su producción. Casi me meto en un problema diplomático con la chica que nos explicaba el proceso porque se me ocurrió decir que había sales que no son yodadas y la mujer me empezó a increpar para que llamara a EVO MORALES y le dijese lo mismo. Muy divertido. Bolivia es diferente.
Y nos metemos en el salar!!!!
Enorme, gigantesco, bonito, blanco y gris…..las fotos hablanpor si mismas. Y en medio de todo aquello una isla llena de cactus milenarios ( recordad que los cactus se llaman Cardones),Lo divertido de un espacio así es que pierdes las proporciones un puedes jugar a hacer fotos divertidas. Mas fotos.
Y AHORA ALGUNA FOTILLO GRACIOSA
Y a dormir al hostel de sal. Un sitio hecho con ladrillos de sal, camas de ladrillos de sal ( camas por llamarlo de alguna manera porque apoyabas la cabeza y los pies pero el resto del cuerpo levita ). Nos quedamos hasta tarde charlando con argentinos de música, haciendo fotos de estrellas…..
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